Título: La llamada del Kill Club
Autora: Gillian Flynn
Traductor: Manuel Manzano Gómez
Editorial: Viceversa negra
Año: 2010
Año de publicación original:
Páginas: 448
Género: Novela negra
Sinópsis: Libby Day tenía siete años cuando su madre y sus dos hermanas fueron asesinadas en el “Sacrificio Satánico de Kinnakee, Kansas.” Mientras su familia agonizaba, la pequeña Libby escapó de la granja a través de la helada nieve de enero. Sobrevivió, y presionada por los medios, declaró que su hermano Ben, de quince años, había cometido el crimen. Veinticinco años más tarde Libby, que se esfuerza por olvidar lo sucedido, vive de los últimos centavos que restan de donaciones de almas caritativas que ahora ya han olvidado su caso. Es entonces cuando una llamada del Kill Club, una sociedad obsesionada por crímenes famosos, despierta el terrible pasado de Libby, presionándola para que descubra la verdad sobre los asesinatos. Ella, que ve en ello una oportunidad para ganar dinero, retoma el contacto con todos aquellos que tuvieron algo que ver con aquella fatídica noche.
Esta novela también es conocida por su título original Dark Places y es la segunda escrita por Gillian Flynn. Lo primero no entiendo el porqué de cambiar el título, cuándo Lugares oscuros habría sido mucho mejor, reflejaría más la esencia de la protagonista que tiene que retornar a los sucesos y escenarios más lúgubres de su existencia.
Después del buen sabor de boca que me dejó Heridas abiertas en seguida conseguí La llamada del Kill Club creyendo encontrar más y mejor. Lamentablemente no ha sido así. No es que sea una mala historia, es pasable. Pero como autora, Gillian Flynn, da la sensación de ir hacia atrás, de publicar una de esas novelas que estaban guardadas en el cajón que al tener éxito la primera, se desempolvan y ven la luz, supuestamente como segunda obra pero que personalmente parece anterior ya que no mejora la narración, la trama o los personajes. Todo es mucho más flojo.
La historia en un principio es llamativa: una superviviente tiene que resolver un crimen del pasado en el que fueron asesinadas su madre y dos de sus hermanas, y por el cual fue condenado culpable y está cumpliendo condena su hermano. La narración discurre en dos líneas, por un lado el presente en que se va desenmarañando la investigación y por otro el pasado, 1985, momento en que acaecieron los terribles sucesos. En este sentido me ha recordado a la serie policíaca Caso abierto (Cold Case).
Las piezas como en cualquier thriller van encajando poco a poco según avanzamos en la lectura, pero sin grandes giros inesperados. El mayor problema es que en ningún momento he llegado a empatizar con Libby, la protagonista y superviviente. Puede parecer interesante su desarrollo psicológico, la evolución de una niña que escapa de una masacre en la que pierde a la mayor parte de su familia, y como tiene que testificar contra su hermano y supuesto asesino. Pero la Libby adulta es maleducada, cleptómana, borde, antipática... realmente cae muy mal, y esto me provocó que perdiese interés. Me daba igual si averiguaba la verdad o no.
El resto de personajes son bastante estereotipados. Después de sus respectivas presentaciones y un par de líneas de diálogo, puedes saber por donde van a tirar en la siguiente acción. Dejan poco margen para sorpendernos. Quizás Patty, la madre, con su ingenuidad e inocencia, pero a la vez el coraje y valentía de luchar por sus hijos es la que más me ha gustado.
Aun así mi valoración personal no es del todo negativa. Es una novela negra que se deja leer bien, no se hace pesada. Sólo que las comparaciones son odiosas y esperaba más de ella. De haberlo sabido no la hubiese puesto en las primeras posiciones de mi lista de pendientes, la habría leído en otro momento.
Albergo la maldad en mi interior, tan real como un órgano más.
Había asumido que lo peor del mundo puede pasar, porque lo peor del mundo ya había pasado.
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